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Los 11 de noviembre en conmemoración del Armisticio declarado en 1918 que puso fin a las hostilidades se celebra el Remembrace Day. Este año un manto de amapolas
rojas cubrieron los fosos de la Torre de Londres en recuerdo del centenario
del inicio de la Primera Guerra Mundial, exactamente 888.246 amapolas de cerámica
en homenaje a los soldados británicos y de la Commonwealth muertos en la Gran
Guerra.
¿Por qué esta flor y no otra?
Cualquiera que haya visitado un cementerio o museo militar británico habrá visto
esta flor adornado monumentos o tumbas. Para los británicos la flor es un símbolo
de homenaje y respeto a sus veteranos de guerra y a su sacrificio por el bien común...
Desde las guerras napoleónicas se
comenzó a vincular las amapolas con la guerra ya que se observó que
frecuentemente aparecían en los antiguos campos de batalla y sobre los cementerios.
Se cree que la cal producida tras los bombardeos y la usada en los entierros en
masa posibilita el rápido crecimiento de las amapolas ya que es una de las
pocas plantas que crecen en suelos alcalinos.
John McCrae, Wikicommons |
Pero sería un poema del médico militar
canadiense John McRae Alexander (30
noviembre 1872 hasta 28 enero 1918) “In
Flanders Fields” el que convirtiese a esta sencilla flor en un símbolo. Mcrae aunque tenía la opción de alistarse en el
cuerpo médico se unió a una unidad de combate como oficial artillero y médico. Sería
su segundo período de servicio militar
ya que anteriormente combatió en una fuerza de voluntarios en la Segunda Guerra
Boer.
Su
gran obra está dedicado a su amigo y alumno el teniente Alexis Helmer que falleció en 1915. Según la tradición fue elegido
por sus compañeros de armas para decir unas palabras en el funeral de su amigo
fallecido el 2 de mayo. El dia después según el sargento mayor Cyril Allinson que observó a McRae sentado
al lado de la tumba de su gran amigo en
los bellos campos de Flandes en plena primavera, el poema es "casi una descripción exacta de la escena que
estaba delante de nosotros". Pero el autor estaba descontento con su poema y lo arrojó al suelo
tras romperlo pero el Sargento Mayor u otro miembro de la unidad, (no está
claro) decidió recuperarlo y entregarlo a su superior para ser difundido en los
periódicos militares. Tras no lograr su publicación
se envió a la revista ilustrada PUNCH, que publicó de forma anónima los versos.
“En los campos de Flandes las amapolas estallan
entre las cruces, fila en fila,
Que marcan nuestro lugar, y en el cielo
Las alondras, todavía cantando con valentía, vuelan
Sin que nadie entre los cañones.
Somos los Muertos. Pocos días antes
Vivimos, sentimos el amanecer,
vimos crepúsculos rojizos,
Amamos, y fuimos amados, y ahora yacemos
En los campos de Flandes.
Tome nuestra lucha con el enemigo:
Para que falle manos te lanzamos
La antorcha; ser tuyo para mantener en alto.
Si traicionas la fe con nosotros quien murió
Nunca descansaremos, aunque las amapolas crezcan
En los campos de Flandes.”
La
obra se convirtió rápidamente en un símbolo popular, sus versos se repetían en
numerosos actos de captación de bonos de guerra, campañas de reclutamiento
tanto en las Islas Británicas como en Canadá. E incluso el compositor
estadounidense Charles Ives utilizó
"En los campos de Flandes" para
componer una canción homónima que se estrenó en 1917.
En
1918 profesor estadounidense Moina
Michael decide llevar una amapola roja durante todo el año en homenaje a
los soldados que murieron en la guerra inspirándose en los versos de McCrae. tambien
escribió un poema llamado "We Shall Keep the Faith". Regaló amapolas de seda entre sus compañeros y difundió
su uso como emblema oficial de la memoria de la Legión Americana. La ciudadana
francesa Madame E. Gurin asistió a
la Convención de 1920 de la Legión, donde se aprobó la propuesta de Michael y
ella se encargó de vender las amapolas
en su país natal para recaudar fondos para los huérfanos de la guerra. En 1921,
Gurin envió comerciales a Londres antes del Día del Armisticio para conseguir
fondos con la venta de las amapolas. Esta flor atrae la atención de Mariscal de Campo Douglas Haig, co-fundador de The Royal British
Legion, el que apoyó y alentó la venta de esta flor para obtener fondos para
los veteranos de guerra británicos.
La
tradición continúa hoy en día, en todos los museos militares se venden estas
amapolas rojas para conseguir fondos. Las 800.000 amapolas plantadas hoy en
Londres serán vendidas al precio de 25 libras esterlinas por lo que se
recolectara un total de 19 millones de euros para las organizaciones de
veteranos entre ellas Legión Real
británica y la organización Ayuda
para los Héroes.
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