El 24 de agosto de 1247 comenzó el
largo asedio de las tropas castellanas de Fernando III de la ciudad hispalense.
Sevilla estaba protegida por unas
fuertes murallas y un puente de barcazas unidas con una enorme cadena que permitía
el suministro de la ciudad desde la actual Triana. El avilesino Rui Pérez con las dos mayores naves de
la flota, cargadas de piedras y reforzada su proa con cuchillas se dirigió
contra la cadena. Da igual si fue corriente abajo, con el necesario transporte
por tierra, o corriente arriba favorecidos por el viento y la marea alta, su
acción fue el comienzo histórico de la flota castellana.
Mientras tanto en el Mediterráneo la
Corona Aragonesa, gracias a la creciente actividad comercial catalana, fue
logrando el dominio de las aguas en lo que se conoció como la Talasocracia Aragonesa. Numerosas
galeras defendían las rutas comerciales que unían los territorios peninsulares
con las Islas Baleares, Nápoles, Sicilia, Cerdeña e incluso las posesiones en
Grecia...
"Conquista de Sevilla" Antonio Navarro Menchón |
No sería hasta la Unión Dinástica de
los Reyes Católicos cuando se puede hablar de las flotas españolas, y no de
Armada ya que cada reino tenía la suya propia, además de que la mayor parte de
los navíos eran de doble uso, civil y militar. Castilla ofrecía su experiencia
en las complejas aguas Atlánticas mientras que Aragón su potente flota
mediterránea.
En 1492 con el Descubrimiento de
América por Cristóbal Colón,
Castilla comienza una aventura marítima que convertiría a España en la Talasocracia de su época. Grandes
marineros a sueldo de la Corona surcarían mares y océanos, darían la primera
vuelta al mundo a bordo de la Nao Victoria capitaneada por Juan Sebastián Elcano. Para muchos
historiadores la primera protoarmada
se constituyó para las campañas italianas del Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba, aunque según otros
sería en 1505 en la campaña contra los berberiscos en Mazalquivir en Argelia.
Detalle del Galeón San Juan en la batalla de Coruña. |
Antonio Navarro Menchón |
Si
en tierra los Tercios españoles dominaban los campos de batalla en el mar las
flotas de la Monarquía no eran mancas. La creación de la Infantería de Marina
fue esencial, ya que la táctica española era convertir la batalla naval en una
lucha terrestre por medio del abordaje, en vez de los duelos de artillería que
tanto gustaban a los ingleses. También fuimos creadores de un concepto muy
moderno el convoy, con la creación de
la navegación en conserva en las Flotas de Indias que hacía casi imposible el
ataque de corsarios y piratas.
Con
los conocidos como los Austrias Menores en el siglo XVII las flotas de los
reinos corrieron la misma suerte que los Tercios, la falta de dinero y la desidia
de los gobernantes. Sería con la llegada de Felipe V cuando se crea la Armada
Española, ya no de los reinos sino de la Corona y los barcos eran propiedad de
su majestad y no privados puestos a disposición. Durante el siglo XVIII se
realiza un verdadero intento de
modernizar la Armada gracias al trabajo de reformadores ilustrados como José Patiño y Rosales, Zenón de
Somodevilla y Bengoechea, marqués de la
Ensenada, que trataron de normalizar la construcción y el mantenimiento de
los navíos. Y algo que no se puede olvidar, el origen naval de la bandera rojigualda que en 1783, durante
el reinado de Carlos III, se convirtió en la enseña de la Armada Española.
La
poderosa Armada Española, con el único navío de cuatro puentes del mundo El Santísima Trinidad, fue destruida en
la Batalla de Trafalgar, tanto por
las nefastas decisiones del comandante francés como por el mal estado de
conservación de los navíos. Tras finalizar la Guerra de Independencia y la
perdida de la América Continental, la Armada fue abandonada a su suerte por
Fernando VII. Para defender las provincias de ultramar de Cuba, Puerto Rico y Filipinas
España precisaba de una gran flota pero las carestías económicas como la
creencia en la Jeune École que
promulgaba el uso de torpederos, supuso que la armada a finales del XIX estaba
reducida a poco más que el acorazado Pelayo, varios destructores y fragatas.
Pero a pesar de todo fuimos los primeros en circunnavegar en un buque blindado,
el Numancia, en 1867.
En
el siglo XX la Armada Española participó en la primera operación anfibia
moderna con apoyo aéreo y utilización de carros de combate, el 8 de septiembre
de 1925 en el Desembarco de Alhucemas. En esta operación participó
el primer portaviones español El Dédalo
que transportaba hasta veinte hidroaviones, y paradojas de la historia en otro Dédalo
se realizó el primer despegue vertical, exactamente de un Harrier AV-8A Matador, en 1973 convirtiendo el antiguo
portahelicópteros estadounidense en un Portaaviones.
La
actual Armada Española se encuentra entre las más modernas del mundo, con una
dimensión a tenor de las necesidades operativas y lo que es más importante
construida por la industria naval nacional, heredera de los míticos astilleros
y arsenales reales.
"Blas de Lezo en Cartagena de Indias" Antonio Navarro Menchón |
“La Armada Española” Francisco García
Campa – Bellumartis Historia Militar
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