EL HEREM, EL EXTERMINIO SAGRADO EN LA ANTIGÜEDAD

"La muerte de Agag" Gustav Doré, Wikicommons

         Términos como yihad o cruzada están vinculados en la memoria colectiva a Tierra Santa aunque siglos antes de la aparición del cristianismo ya existía otro tipo de guerra religiosas en  aquellos lares.
         Los israelitas tras su peregrinación por el desierto y la llegada a la tierra prometida comenzaron un largo proceso de sedentarización y afianzamiento territorial. El pueblo de Israel se asentó en las tierras de Canaán hacia el siglo XI a.C. entrando en conflictos con la población nativa de cultura cananea. Para evitar el contacto con la población cananea a la que consideraban idolatra y una mala influencia, los israelís introdujeron un mecanismo de origen Mesopotámico, el Asakkum o kug.an en sumerio...

         Esta institución religiosa consistía  en consagrar un objeto a un dios en exclusiva convirtiendo en un tabú para los humanos, en palabras mundanas “no tocar propiedad divina”.  En el siglo XVIII a.C. aparece la primera mención conocida de aplicación militar del Asakkum en la ciudad de Mari (la actual Tell Hariri, Siria), como un medio para controlar el reparto del botín de guerra. Entre las cartas halladas en este yacimiento sirio destaca la correspondencia entre el general Samad-Ahum a Yasmah-Addu, rey de Mari, sobre el reparto del botín en la campaña de Qatna, declarando parte de este como propiedad de los dioses Itur-Mer y Dagan.
"Lapidación de Achán de Gustav Doré,
por infringir el Herem
Wikicommons
         Con el paso de los siglos y en plena Edad de Hierro esta institución se radicalizó convirtiéndose en un exterminio del enemigo religioso. En un sacrificio a la deidad del vencido en batalla, en vez de repartirse el botín entre los vencedores se entregaba todo lo capturado a la divinidad.
         Para conocer la institución del Herem hebreo debemos acudir a la Biblia ya que pese a los errores históricos hallados sobre la aplicación del exterminio religioso en las ciudades de Ay y Jericó no existen dudas de la veracidad de la descripción de esta institución en el texto sagrado.  La fuente principal es el Deuteronomio XX: 10-18 donde se establece las reglas de comportamiento de “los ejércitos israelís” (entiéndase el concepto de ejército en la antigüedad) en caso de guerra.
10 Cuando te acerques a una ciudad para pelear contra ella, le ofrecerás primero la paz.
11 Y sucederá que si ella está de acuerdo en hacer la paz contigo y te abre sus puertas, entonces todo el pueblo que se encuentra en ella estará sujeto a ti para trabajos forzados y te servirá.
 12 Sin embargo, si no hace la paz contigo, sino que emprende la guerra contra ti, entonces la sitiarás.
13 Cuando el SEÑOR tu Dios la entregue en tu mano, herirás a filo de espada a todos sus hombres.
14 Sólo las mujeres y los niños, los animales y todo lo que haya en la ciudad, todos sus despojos, tomarás para ti como botín. Comerás del botín de tus enemigos, que el SEÑOR tu Dios te ha dado.
15 Así harás a todas las ciudades que están muy lejos de ti, que no sean de las ciudades de estas naciones cercanas.
16 Pero en las ciudades de estos pueblos que el SEÑOR tu Dios te da en heredad, no dejarás con vida nada que respire,
17 sino que los destruirás por completo: a los heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos, tal como el SEÑOR tu Dios te ha mandado,
18 para que ellos no os enseñen a imitar todas las abominaciones que ellos han hecho con sus dioses y no pequéis contra el SEÑOR vuestro Dios.
         De este texto se extraen dos formas distintas de actuar contra aquellas ciudades que se resistían a las fuerzas israelís: la primera de ellas para aquellas que no hagan frontera con la tierra prometida en la que solo se aniquilará a los varones mientras que mujeres y niños serán vendidos como esclavos y los bienes serán repartidos entre los combatientes. Y en el segundo de los casos, en las guerras contra los pueblos de Canaán solo se permite la aniquilación total del enemigo, todo ser que respire y todos los bienes deben ser sacrificados a Yahvé mediante el fuego.
Saul y el ejército israelita, www.lds,org
         La aplicación estricta del Herem fue fuente de conflictos entre las autoridades religiosas y los combatientes debido a la exclusión de ciertos bienes del sacrificio. Como ejemplo de estas disputas destaca la guerra contra los Amalekitas en la que Saúl perdonó la vida del rey Agag y repartió como botín de guerra el mejor ganado entre sus hombres.  Esto enfado a las autoridades religiosas, especialmente al profeta Samuel que destronó a Saúl y mandó ejecutar al rey de los Amalekitas.
Estela de Mesha, wikicommons
         El exterminio sagrado no fue una institución exclusiva de los israelís ya que otros pueblos la utilizaron con gran frecuencia en Oriente Próximo destacando el reino de Moab. Gracias a la estela de Mesha tenemos demostración arqueológica de la existencia de esta institución durante los conflictos del siglo IX a.C. entre el rey Mesha de Moab contra las ciudades de Ashtarot y Nebo.

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Fuentes y créditos fotográficos:
-         Jordi Vidal “Herem, el exterminio sagrado en el antiguo Israel” DESPERTA FERRO Antigua y medieval nº9,
-         Comentario Bíblico hispánico Tomo 3” Editorial Mundo Hispano
-         Wikicommon “Estela de Mesha”, Herem

El herem, el exterminio sagrado en la antigüedad” Francisco García Campa – Bellumartis Historia Militar

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