Oleo Augusto Ferrer Dalmau |
El 10 de febrero de 1943 en el más frió invierno ruso, unos españoles pasaron a la historia por su bravura y resistencia.
Dejando de lado ideologías y pasiones vamos a conocer su hazaña bélica que pasaría
a la lista de las muestras de valentía de los soldados españoles a lo largo y
ancho del mundo.
La 250º
División de Infantería de la Wehrmacht cuyo
nombre oficial en España era División Española de Voluntarios, conocida popularmente
como División Azul por las camisas azules de la falange que formaba parte de la
uniformidad de la unidad hasta la llegada
a Alemania.
Tras su participación en el frente de
Novgorod el 19 de agosto el general Muñoz Grandes recibe la orden de trasladar a
la 250º División al frente de Leningrado para participar en el Asedio a la
ciudad báltica. Tras relevar a la 121º división se encargan de controlar el
sector de ferrocarril Moscú-Leningrado entre Aleksándrovka a Krasny Bor de unos 17 kilómetros de frente...
Tras sucesivos retrasos en el ataque a Leningrado
(actual San Petersburgo) la división crea una red de trincheras y búnkeres
donde un tercio de la división, unos 14.600 voluntarios españoles, pasarían el
más gélido invierno de su vida llegando a sufrir noches de -30º.
Ataque sovietico |
El 10 de febrero de 1943 los
divisionarios fueron despertados de su ligero descanso a las 6:40 por un
nutrido fuego de artillería, unas 700 piezas concentraron su fuego en un frente
de solo 5 kilómetros. Tras casi dos horas de preparación artillera con una
cadencia de un proyectil cada diez segundos el Ejército Rojo comenzó su ataque.
Unos 44.000 soldados soviéticos de las
divisiones 43º, 45º, 63º y 72º junto con 100 tanques de los regimientos 31º y
46º y las brigadas de esquiadores 34º y 250º, se dirigieron contra las
posiciones defendidas por 5.900 españoles.
Los soviéticos avanzaron seguros de que
la gran descarga de artillería había desecho toda resistencia. Pero los
españoles una vez superado el aturdimiento salieron de sus refugios y se
dirigen a las trincheras o a los cráteres producidos por los obuses soviéticos
sin armas pesadas y antitanque. Pese a
las heladas temperaturas que no superaron los -25º los españoles
llevados por ese “par de cojones” decidieron no rendirse sin luchar. Desplegaron
las Mg 42, calaron bayonetas y decidieron vender cara su vida, tras varios
ataques y al acabarse las municiones comienzan una encarnizada lucha cuerpo a
cuerpo. En estos horrendos combates a cuchillos, palas según los supervivientes
la División sufrió más de la mitad de las perdidas debido a la poca formación
en estas técnicas de combate.
Gracias a un acertado fuego de apoyo de la artillería alemana la División logra soportar el frente, manteniendo varios reductos de resistencia pese a que los soviéticos habían roto el frente por tres sitios. Pese a que no recibieron casi apoyo de la vecina División SS Volspolizei que permaneció como unidad de reserva frente a posibles contraataques, la 250º División el 21 de febrero crea una línea defensiva paralela al rio Ishora. La defensa de esta orilla costó unas 30 bajas diarias de media hasta marzo.
Gracias a un acertado fuego de apoyo de la artillería alemana la División logra soportar el frente, manteniendo varios reductos de resistencia pese a que los soviéticos habían roto el frente por tres sitios. Pese a que no recibieron casi apoyo de la vecina División SS Volspolizei que permaneció como unidad de reserva frente a posibles contraataques, la 250º División el 21 de febrero crea una línea defensiva paralela al rio Ishora. La defensa de esta orilla costó unas 30 bajas diarias de media hasta marzo.
Gracias al sacrificio de los españoles
el frente alemán solo perdió 3 km y consiguió continuar con el asedio a Leningrado.
Un total 2.252 bajas españolas en el
primer día de combate (1.125 muertos, 91 desaparecidos y 1.036 heridos) a las
que se sumaron unas 1.000 en los días
posteriores además de cerca de 300 prisioneros.
Pero el Ejército Rojo pese a su superioridad numérica sufrió unas cuantiosas
bajas, 9.500 muertos además de 2.500 heridos.
Oleo Augusto Ferrer Dalmau |
Cayó el 10 febrero 1943 en Krassny Bor, no recuperándose su cuerpo.
“Batalla
de Krasni Bor” Francisco García Campa – Bellumartis Historia Militar
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