Angus McBride, "Saqueo de Roma" |
En los campos de batalla de los siglos
XV y XVI unos aguerridos soldados que deslumbraban con sus coloridos ropajes
sobre el barro y la muerte, eran los Lansquenetes
alemanes Alsacia, Baden, Wutenberg y el Tirol al servicio del Sacro Imperio Germánico.
Su inconfundible indumentaria compuesta
por amplios jubones que cubrían unas camisas con unas mangas abombadas de
distintos tejidos y colores, y sus llamativos batangas o calzones especie de bombachos por encima de la rodilla son
de origen suizo. Hasta 1470 no existía una clara distinción entre los distintos
mercenarios que tanto el Imperio como Francia reclutaban en los territorios de
la actual Suiza y del sur de Alemania. Su gusto por el colorido, las plumas y
las ricas telas se convirtió en su Trademark,
es decir, en su signo diferenciador frente a los más sobrios suizos.
En este año, tras la cesión del Alto Rhin por parte del Archiduque Segismundo
de Habsburgo al Duque de Borgoña Carlos
el Temerario en 1469 en el tratado de Saint-Omer, el alsaciano Pedro de Hagenbach fue nombrado Bailío
de estos nuevos territorios, denominó a sus nuevos soldados suabos como Land-Knecht, servidores (infante) del campo para diferenciarlos de los
suizos que eran conocidos como los de las montañas (highlander). Años más tarde se produciría una transformación en el
nombre debido a su arma más característica la pica denominada en alemán Lanze por lo que en 1500 se le conocía
ya como Lanzknecht...
Grabado de Daniel Hopfer, Wikicommons |
El Emperador
Maximiliano I de Habsburgo (nacido en 1459, emperador desde 1486 hasta su
muerte en 1519) se encontraba rodeado de enemigos reales tanto en el oeste,
Francia, como en el este el Imperio Otomano mientras que en el sur y en el
norte la península Italiana y el reino de Suecia eran unas zonas de conflicto
potencial como así se demostró años más tarde; y por último reclamar su legado borgoñón
en los Países Bajos.
Este
contexto le llevó a reformar su ejército partiendo de las lecciones aprendidas
en las Guerras borgoñonas contra los rebeldes suizos donde por primera vez,
grandes unidades de infantería con picas acabaron con la supremacía de la caballería
pesada. El final del siglo XIV vio el comienzo del desarrollo de la artillería y
del uso de la pólvora en el campo de batalla y no solo durante los asedios.
Todos estos cambios se conocen actualmente como la Revolución
Militar que llevaron a la creación de ejércitos profesionales en vez
del característico ejército de mesnadas
feudales.
El
emperador disponía para el reclutamiento de este nuevo ejército de los nuevos territorios
del Alto Rhin que había recibido de su suegro Carlos el Temerario caracterizados
por su alta densidad de población y un crecimiento demográfico que ponía a
disposición cientos de jóvenes con ansias de un futuro lejos de sus aldeas. En 1487 Graf
Eitelfritz von Hohenzollern entrenó a las primeras unidades de Landsknecht procedentes del sur de Alemania
en las calles de Brujas, actual Bélgica, dando lugar a la conocida como “Guardia Negra” unidad de elite de
Maximiliano en los territorios bañados por el Mar del Norte. Ya siendo emperador,
en 1490 envió un contingente de Landsknechts
a las guerras húngaras pero por falta de pago se negaron a combatir y
regresaron a sus tierras natales; tras este fracaso se vio conveniente dar
mayor estabilidad y disciplina a estas unidades. Tras el asedio de la fortaleza
de Stuhlweissenberg en Bohemia ese mismo año se comenzó a jurar fidelidad en
una asamblea de hombres de armas al “padre
de los Lansquenetes” es decir al oficial en jefe como hacían los mercenarios
suizos con el objetivo de crear un sentimiento de grupo.
Jorge de Frundsberg,Wikicommons |
Entre los “padres
de los lansquenetes” destaca Jorge
de Frundsberg (1473-1528) un caballero de Mindelheim que tras varias campañas contra los suizos y en Italia se
le encomienda en 1500 el mando de los Landsknecht
en los Paises Bajos. Siendo ascendido a “Máximo
Capitán de Campo” en 1509 de todas las tropas landskencht del Imperio. Durante su mandato estas unidades se
consolidaron gracias a una depurada organización
que acabo con la anarquía de los primeros reclutamientos.
El
emperador daba el mandato de crear un regimiento al Coronel quien antes de comenzar
la recluta nombraba su segundo, un teniente coronel o Locotenent y a los capitanes que dirigirían las Compañía, estos últimos
a sus tenientes y alférez.
Los
reclutas debían aportar sus propias armas (espada y pica) y ropas al igual que
en el pasado hacían los hoplitas griegos, ya sabemos que a finales del XV estábamos
en pleno Renacimiento y todo lo clásico volvía como solución a todos los
problemas. En cuanto a las armaduras cada uno portaba aquellas que se pudiese
permitir mediante sus ahorros o mediante el saqueo tato desde una coraza a una
simple gambesón, jubón acolchado.
Reunión y juramento, grabado de Fronspergers 1565 |
Tras
el desfile de reunión convocado por el Coronel o Feldobrist, los voluntarios juraban fidelidad como ya hemos visto y
cuando se conseguía alrededor de 4.000 hombres se constituía el Regimiento
aunque en algunos casos llegaron hasta 10.000 y en el caso de la “Banda Negra” que llego a 17.000. Este
estaba dividido en diez Fähnlein o
banderines (compañías) de unos 400 soldados que a su vez estaban divididos en
10 pelotones o Rotten, los que estaban
compuestos por 10 Landsknechts o 6 doblesueldo
o doppelsöldner. Además de estos
efectivos los regimientos iban acompañados de la Tross compuesto por los sirvientes, artesanos y mujeres que
portaban el suministro y las pertenencias familiares.
Al
igual que los suizos los Lansquentes fueron entrenados en las clásicas formaciones
de falange al estilo macedónico de cientos de picas. Al contrario que los
tercios españoles fueron dotados de escaso número de armas de fuego por lo que
eran menos valiosos en las luchas a larga distancia por lo que su verdadero ser
se encontraba en el cuerpo a cuerpo en el que destacaban todas sus cualidades.
Katzbalger o destripagatos, detalle del guardamanos |
Los
lansquenetes estaban armados con un arma principal y una secundaria siendo la pica (entre 5 y 6 m. de longitud) la
más habitual entre las primeras. Sería su arma secundaria la que se convertiría
en su arma por excelencia, el símbolo de su status, una espada corta con dos
gavilanes (protección de la mano) conocida como Katzbalger o destripagatos,
Existen varias teorías sobre este llamativo nombre, una deriva de la costumbre
de llevar la espada sin vaina, enganchada al cuerpo solo por la piel de un gato (Katze significa "gato",
mientras que Balg hace
referencia a la piel de un animal, por lo que Katzbalger vendría a
significar sostenido por la piel de un gato), mientras otra defiende que balgen (reyerta), haciendo
referencia a las violentas e intensas luchas de los gatos callejeros en celo.
El arma solía ser usada cuando su arma principal quedaba inutilizada o en caso
de los piqueros para la lucha cuerpo a cuerpo cuando las líneas de picas eran
superadas.
Zweihänder |
Pero
en ciertos casos en vez de portar picas como arma principal algunos
Lansquenetes conocidos como doblesueldos o Doppelsöldner estaban
especializados en el uso de otras armas como la alabarda y la Zweihänder (espada de dos manos de
dos metros de longitud) con el objetivo de romper las picas enemigas o
desorganizar las líneas.
Por
último como ya hemos visto el uso de las armas de fuego siempre fue secundario
en estas unidades. Ya que el arcabuz representaba al inicio una octava parte
del total de hombres aunque con el paso del tiempo llegó a una cuarta parte sin
igualar la fuerza de fuego de los tercios españoles.
Durante
décadas la unión de estas unidades alemanas especializadas en el cuerpo a
cuerpo con nuestros flexibles Tercios dominaron los campos de batalla europeos
bajo las órdenes del Emperador Carlos V, nieto de Maximiliano. Entre las
grandes batallas en las que Tercios y Lansquenetes lucharon hombro con hombro
destacan Bicoca, Pavía donde las huestes imperiales comenzaron a dominar Europa ondeando la misma bandera,la irrepetible Cruz de San Andrés o Aspa Borgoñona.
“Los Lansquenetes” Francisco García Campa
– Bellumartis Historia Militar
Bibliografía
y créditos fotográficos:
-
“Landsknecht Soldier” John Richards. Osprey
Editorial
-
“The Landsknechts” Douglas Miller.
Osprey Editorial
-
Wikicommons
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