CASTILLO DE SAN FERNANDO EN FIGUERAS (GERONA).

         En el contexto de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), Francia vio una oportunidad para atacar a su enemigo del sur aprovechando la complicada situación de los Austrias en sus guerras contra los protestantes. Los franceses apoyaron a los catalanes en su levantamiento contra Felipe IV mientras que en Flandes apoyaron a los rebeldes holandeses. Con la paz de Wesfalia se puso fin al conflicto entre la monarquía hispana y los protestantes, además se cedió Alsacia y Lorena a la monarquía gala.

         Esta cesión de los estratégicos territorios renanos cortaba el camino español por lo que el conflicto entre los vecinos pirenaicos continuo hasta la Paz de los Pirineos en 1659. En este tratado la Monarquía hispánica cedía el Rosellón y la Cerdaña territorios catalanes al norte de la cordillera, por lo que la frontera se trasladaba al sur de los pirineos...

Para proteger el Ampurdá se decidió construir una nueva fortaleza que sustituyese al Fuerte de Bellagarde situado en Le Perthus, en los territorios cedidos. El Marqués de la Ensenada propuso construirla en Peralá o en Figueras decidiéndose al final por esta última. Se iniciaron las obras el 13 de diciembre de 1753, bajo la dirección de Juan Martín Cermeño y su hijo, Pedro Mártin-Paredes Cermeño, aunque debido a dificultades económicas el ritmo de trabajo fue lento. Su nombre es un homenaje al monarca Fernando VI bajo cuyo mandato se comenzó su edificación.

Ocupa una superficie de 32ha dentro de un perímetro de 3.120 m con capacidad para alojar cinco batallones de infantería y cinco escuadrones de caballería, en total 6000 hombres y 500 caballos.

El Castillo de San Fernando en Figueras es un perfecto ejemplo de plaza abaluartada con planta de pentágono irregular simétrico dispuesto en un eje este-oeste. Formada por dos recintos que ocupan una superficie total de 550.000 m2; siendo cincuenta mil cubiertos. El recinto interior, con una superficie de 325.000 m², formado por de seis baluartes unidos por cortinas. Cuatro de los baluartes se dispones en parejas: San Narciso y San Jaime , San Damián y San Felipe. El eje principal configurado por el de Santa Bárbara, mayor e los baluartes, en el ángulo occidental de fortaleza y el más pequeño de  Santa Tecla en el oriental este.

Caballerizas

Adosadas a las cortinas y con acceso al foso se encuentran las caballerizas que cuentan con capacidad para 500 caballos y sus jinetes. En una posición similar se sitúan los almacenes, que pueden guardar víveres para 10.000 personas en un año. En pleno corazón se encuentra plaza de armas, de 149 x 80 metros, donde se distribuyen los alojamientos de autoridades y mandos con sus familias y los cimientos de una iglesia no finalizada. Al norte se ubica el hospital (destruido) y al sur el arsenal y la panadería. En el subsuelo de la plaza se construyeron cuatro grandes cisternas con una capacidad total de nueve millones de litros de agua cada una.

El recinto exterior, conformado por tres hornabeques, seis revellines y dos contraguardias, separado del resto de la fortificación por un gran foso. El perímetro exterior, el camino cubierto, es de 3.120 metros.

Revellín, Hornabeque, baluarte y plaza de armas

 Su primera acción militar fue en la guerra contra la Convención. En 1794, tras seis días de asedio francés, el Brigadier Andrés de Torres capituló, tras la Paz de Basilea regresó la guarnición española. En la Guerra de la Independencia, fue ocupada pacíficamente por las tropas francesas que entraron en España. Tras la toma de Gerona se utilizó la fortaleza como prisión para la guarnición en 1809, muriendo en ella torturado el General Álvarez de Castro en las caballerizas del castillo. El general Francisco Rovira lo recuperó el 11 de abril de 1811, en un ataque nocturno al mando de un Regimiento de Infantería que fue rebautizado como San Fernando. Volviendo a ser tomado por los franceses cinco meses después hasta el final de la guerra. Durante las Guerras Carlistas, la fortaleza estuvo siempre en manos de tropas Liberales del Gobierno Isabelino. En 1904 tras la visita de Alfonso XII fue convertido en prisión. La función carcelaria duraría hasta 1933. En San Fernando se reunió por última vez en territorio nacional las Cortes Republicanas, tras la retirada del Ejército Republicano se volaron varios elementos de la fortaleza. Posteriormente continúo sus funciones como cuartel, prisión militar, centro logístico del Ejército. En la actualidad es  gestionado  a través de Consorcio entre el Ministerio de Defensa, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Figueras. Desde 1997 está abierta a visitas de forma regular, incluso hay empresas que ofrecen visitas en lanchas a las cisternas y existe un pequeño museo con objetos del antiguo Museo Militar de Montjuic.

“El Castillo de San Fernando en Figueras, Gerona” por Francisco García Campa – Bellumartis Blog de Historia Militar