“A
buenas horas mangas verdes” una expresión
tradicional que solemos usar para reprender a una persona que llega tarde a una
cita importante. Para conoce el origen de esta expresión nos tenemos que
sumergir de nuevo en el pasado, descubriendo el origen de una de las primeras
instituciones policiales de la historia.
En
la Castilla medieval las villas creaban milicias populares para proteger los
intereses municipales y mantener el orden público en el alfoz municipal, territorio rural bajo administración de una villa.
Con el paso del tiempo fue frecuente que varias villas se asociasen para crear
una hermandad común.
Los
Reyes Católicos para lograr su
objetivo de controlar la mayor cuota de poder tenían que acabar con la
violencia privada y los ejércitos nobiliarios para ello debían poder garantizar
el orden público y dar seguridad a los súbditos. La mejor herramienta era
lograr una fuerza permanente bajo su control directo ya disponían de la
experiencia de la Hermandad Nueva creada por Enrique IV de Castilla que había resultado un fracaso...
Los
verdaderos creadores de esta nueva organización que sobrepasaría el ámbito
municipal fueron el Contador Mayor de Cuentas, Alonso de Quintanilla y Juan
de Ortega sacristán del rey Fernando.
Citaron a los representantes de las hermandades castellanas en Dueñas en
marzo del 1476 para crear las bases del proyecto de fundación de la Santa Hermandad. Las Cortes de Madrigal
del 19 de abril de 1476 aprobaron el Ordenamiento de Madrigal y posteriormente su
cuaderno de ordenanzas (modificado en 1485).
Creada
inicialmente por tres años su función era la de juzgar y castigar los delitos
cometidos a cielo abierto a cinco leguas a la redonda de una localidad con más
de treinta vecinos. Pero a partir de 1480 se convirtió en el embrión de un
ejército profesional y regular como demostraría durante la Guerra de Granada.
Lancero de la Santa Hermandad en 1488. Dibujo de Salas. |
Para
crear este cuerpo se exigió que cada municipio aportase un jinete por cada cien
vecinos y un peón por cada cincuenta vecinos, agrupados en cuadrillas. Incorporándose
todos bajo las órdenes del Duque de
Villahermosa, hermano bastardo de Fernando logrando que las diferentes
cuadrillas fueses disciplinada por la Hermandad en vez de por los alcaldes de
las correspondientes villas. Además la Hermandad disponía de una milicia propia
de dos mil jinetes y mil infantes que junto con los once mil peones o
cuadrilleros conformaban una impresionante fuerza en manos de la monarquía, “estaban prestos para lo que el Rey o la
Reina les mandasen”.
Para
gestionar esta gran institución se precisaba de una buena organización, en la
cúspide estaba el Consejo de la
Hermandad (sede en Toledo) formada por un procurador de cada una de las
ocho provincias (Burgos, Salamanca, Palencia, Valladolid, León, Segovia, Ávila
y Zamora) en las que se había dividido el territorio. Además de cuatro miembros
permanentes elegidos por la corona: presidente, tesorero, provisor y el capitán
general. Para su financiación constaba de una hacienda propia financiada por todos
los concejos a través de una sisa de todas las ventas excepto la carne.
Se
decidió uniformar a la Santa Hermandad, algo muy poco frecuente en los campos
de batalla medievales con el propósito de lograr una mayor fuerza coactiva como
propagandística. Se les doto de un sayo o
coleto de lana blanco con una cruz roja tanto en el pecho como en la
espalda, mientras que las mangas de la camisa sobresalían de él. De aquí procede
la famosa frase ya que la camisa era de color verde para que destacase y fuesen
reconocidos inmediatamente como miembros de una cuadrilla de la Hermandad.
Bandera de la Santa Hermandad |
En
poco tiempo gracias a sus métodos expeditivos, detener, juzgar y castigar de
forma inmediata lograron reducir drásticamente
la criminalidad en los caminos de Castilla. Si bien los grandes costes para los
concejos y sobre todo la perdida de utilidad para la corona tras la conquista
de Granada, unido a que su dimensión según los expertos era demasiado grande
como cuerpo de seguridad y pequeño para transformarse en el ejército regular de
la corona llevo a su extinción en 1498 suprimiendo el Consejo de la Hermandad. Persistieron
numerosas hermandades municipales hasta la total extinción en 1834, siendo
cubiertas posteriormente sus funciones por la Guardia Civil que coincidenciasde la historia utiliza el mismo colorverde como emblema.
“La Santa Hermandad” Francisco García
Campa – Bellumartis Blog de Historia Militar
Bibliografía:
Bueno, en realidad, la Guardia Civil no utilizaba el color verde en sus comienzos, sino el azul marino en sus uniformes. Creo que el tema está un poco "cogido por los pelos", aunque no dudo de que la Santa Hermandad es el legítimo precedente histórico de la Guardia Civil, y a ésta última se la pueda considerar, por sobradas razones -aunque no por el color verde- como su heredera.
ResponderEliminarHola, tienes razon en lo del color pero en el texto se dice que "siendo cubiertas posteriormente sus funciones por la Guardia Civil que coincidencias de la historia utiliza el mismo color verde como emblema" es decir que hereda las funciones el color es una anecdota. Gracias por tu aclaración sobre el color azul de los uniformes, es logico por que en el siglo XIX la "moda" de los uniformes militares tendia hacia colores llamativos y no como en la actualidad hacia la mimetica con el entorno.
ResponderEliminarSaludos.Un muy buen artículo.
ResponderEliminarGracias, espero disfrutes del blog.
Eliminar