Arco de sillares,cerca del Palacio Antonelli. |
La
leyenda nos muestra que Remo fue
asesinado por su hermano tras atravesar
la muralla que este último estaba construyendo. El conflicto entre ambos
procedía de sus diferencias sobre el lugar donde construir la ciudad, mientras
que Remo defendía el Aventino, Rómulo proponía el Palatino, donde este construyo una
empalizada, de la que se hallaron restos arqueológicos. Es la conocida como Roma Quadrata, constituida
únicamente por el Pomerium y una empalizada
posiblemente de madera. Este muro
significaba un elemento de carácter religioso más que un elemento defensivo,
una línea sagrada la cual delimitaba hasta donde llegaba Roma.
Las primeras defensas consistían en
fosos, parapetos que protegían los lugares situados fuera de la empalizada
palatina. Hacia el 480 a.C. se construyeron los agger, tapias de arena compactada, durante las guerras contra los
volscos...
Pero será en el Reinado de los Reyes Etruscos cuando se realizarían las
primeras murallas perimetrales de la ciudad. Según Tito Livio esta obra fue
planificada en el periodo de Tarquinio
Prisco (618-578 a.C.), pero sería
su sucesor Servio Tulio (578-535 a.C.) el que las construiría
según cuenta la tradición latina (Livio. i.44 ; Dionisio. iv.13).
Actualmente existe cierta controversia
entre los expertos, unos defienden la veracidad de los textos latinos, mientras
que otros creen en unas fechas más modernas para esta obra. Los que defienden
el origen serviano de las defensas alegan además de los textos el hecho de que
existen murallas similares en otros yacimientos etruscos del SºVI.
Los opositores a este origen monárquico
de las primeras defensas de la ciudad, propugnan su origen republicano entre el
378 y 350 a.C. ya que en ataque galo del 390 a.C., la ciudad fue saqueada fácilmente
mientras que el Palatino resistió el asedio, por lo que creen que aun no se habían
realizado las fortificaciones en esa época. Pero a pesar de esta polémica los
autores les siguen denominando mayoritariamente Murallas Servianas.
Sillares de toba |
Este sistema defensivo tenía un perímetro
de unos 11 km y un área de 426 hectáreas. El muro estaba realizado con sillares
de Grotta Oscura y capellacio, ambas
son tipos de toba (roca ígnea volcánica),
la primera de color amarillo y la segunda gris. Las piedras talladas oscilan
entre los 66 y 45 cm de anchura, mientras que su altura media era de 60 cm. Estas
se situaron de forma alterna es decir a soga
y tizón.
Además del muro, se añadió a 9 m un
foso de unos 29,60 m de ancho y 9 de profundidad. Carecía de torres, aunque se
cree que existían dos en cada entrada.
Analizando
los textos y los restos arqueológicos su trazado,
era el siguiente: el Capitolio por el
lado que daba al Campo de Marte . La puerta
Catularia, se debía abrir en la base de la escalinata que bajaba del
Capitolio. Sobre el lado norte, es decir, el opuesto, se alzaba una puerta a
los pies del Arx, cerca del actual Museo
del Risorgimento: se trata de la Porta
Fontinalis. Posteriormente la muralla subía a la cumbre que separa el Capitolio del Quirinal. Sobre este se encuentra un
núcleo importante. Se puede ver un resto
del muro, posiblemente un lateral de la Porta
Sanqualis. Dentro del Palacio Antonelli se puede ver un arco de sillares.
No se trata de una puerta, sino de la abertura de un cuarto de artillería, tal
vez para catapultas. Desde este punto el muro seguía las laderas occidentales y
septentrionales del Quirinal: en este tramo se abrían la Porta Salutaris y la Porta
Quirinalis. Después la muralla describía un brusco giro hacia el sur, hasta
la Porta Collina. En este punto
comenzaba el agger, el tramo más
fortificado, hasta la Porta Esquilina;
protegiendo así la parte más llana y por lo tanto débil, de la ciudad: el Quirinal, el Viminal y el Esquilino.
Hacia la mitad del sector se abría la Porta
Viminalis. A continuación, el curso de la muralla es menos seguro. Siguiendo
por la Colina Opia, descendía por el
valle hasta el Celio, por cuya ladera
subiría. Después atravesaban el valle flanqueado por este monte y el Aventino, donde estaba la Porta Capena.
El muro encerraba el Pequeño y el Gran Aventino. La muralla seguía por la
ladera del Aventino, a media altura,
hasta sus últimas estribaciones meridionales.
Posteriormente en el 87 a.C según
Apiano, los cónsules en su enfrentamiento contra el rebelde Cayo Mario
reforzaron las defensas. Cavaron nuevos fosos, mejoraron la muralla y situaron artillería
en ella. Pero posteriormente se abandonó su conservación por lo que Aureliano ni se planteo su incorporación
a su sistema defensivo...(continua)
“Murallas
de Roma I. El Muro Serviano” por Francisco García
Campa – Bellumartis Blog de Historia Militar.
Bibliografia:
-
Las murallas de Roma. Nic Fields. Osprey
-
Bloganavazquez.com
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