Imagen de la época |
El régimen Nazi necesitaba una
justificación, casus belli, para
comenzar su ataque contra la nación polaca. Tras el acuerdo con la Unión Soviética
de repartirse Polonia, era preciso dar cierta apariencia de legalidad a la
invasión por lo que se utilizó la típica acción de bandera falsa, es decir usar
unidades encubiertas para simular una acción enemiga.
Reinhard
Heydrich brazo derecho de Himmler
es el cerebro de esta operación de propaganda. Una serie de acciones de
sabotaje en ciudades alemanas a lo largo de la frontera, el objetivo principal era
un ataque “polaco” a la torre de transmisiones de la ciudad de Gleiwitz en Silesia, para supuestamente
transmitir un mensaje propagandístico a la minoría polaca en territorio alemán animándolos
a enfrentarse al régimen nazi. El Almirante Canaris jefe de la Abwer, servicio
de espionaje del ejército, colaboró aportando 50 uniformes polacos...
Naujocks, fotografiado al finalizar la Guerra |
El encargado de llevar a cabo la “Operación Himmler” fue el oficial del
SD (Sicherheitsdienst ,Servicio de
Seguridad) Alfred Helmut Naujocks, junto
con un grupo selecto de las SS disfrazados de polacos esperan la llamada de
Heydrich. La mañana del 31 de agosto tras 14 dias de espera, mientras las
tropas se desplegaban sigilosamente a la frontera polaca, Naujocks recibió la
clave secreta “Abuela Fallecida”.
A las 8 de la tarde los SS disfrazados
tomaron la torre de radio dando comienzo a la segunda parte de la operación, esta
fase se conoce con el nombre en clave de Konserve,
productos enlatados. Tras apoderarse de la radio un oficial alemán transmitió
en polaco que Alemania estaba en manos polacas y que era hora del ataque. Súbitamente
la transmisión se vio interrumpida por un tiroteo entre los supuestos polacos y
el ejército alemán que recuperaba la estación radiofónica. Para dar mayor
verosimilitud a la acción se utilizaron a las Konserves, estos productos enlatados eran prisioneros de Dachau. El General de la Gestapo Muller proporciono una docena de criminales comunes que tras ser asesinados por inyección letal fueron disfrazados de
militares polacos y guardados en una cámara frigorífica en espera de ser usados
durante el engaño. Además de estos cadáveres se utilizó el de un joven
activista polaco que fue hecho prisionero el día antes.
La última parte de la Operación Himmler
era que periodistas extranjeros visitasen los lugares atacados por los “polacos”
y pudiesen ver los cadáveres de los militares. Pese a que el engaño no fue
descubierto hasta los juicios de
Nuremberg los aliados de Polonia no reconocieron el incidente como casus belli valido para justificar la
agresión.
Radiostacja en la actualidad |
Paradojas de la historia la ciudad que
dio comienzo a la Segunda Guerra Mundial, tras el fin de esta pasó a ser polaca,
actual Gliwice. La torre de comunicaciones, radiostacja,
construida en madera, se conserva en buen estado al norte de la ciudad, llamada
coloquialmente como la Torre Eiffel de Silesia.
“Incidente de Gleiwitz.1939” Francisco
García Campa – Bellumartis Blog Historia Militar
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